Muchas personas pueden
beneficiarse de los efectos terapéuticos de la rehabilitación en el agua. La
terapia acuática incrementa la eficacia del tratamiento de diversos procesos
patológicos debido a:
· El medio acuático reduce el peso del cuerpo, por
lo que la movilidad se ve facilitada
· Los pacientes con falta de fuerza o tono con
escasos movimientos se ven gratificados
al percibir que su cuerpo puede moverse
· Reduce
considerablemente el tiempo de recuperación, pues reduce la gravedad, el
cuerpo pesa menos y el paciente se mueve más
· Posee un importante aspecto lúdico. Meterse en el agua es más motivante y estimulante,
el paciente experimenta un bienestar psicológico que contribuye a lograr más y
mejores resultados
· Permite
realizar ciertos ejercicios que, debido al bajo impacto que ofrece el medio
acuático y a causa del tipo de lesión o afección, sería imposible realizarlos
en seco
· Reduce el
temor a caerse y a golpearse, siendo éste el obstáculo más grande al
momento de volver a caminar o independizarse en los movimientos
· La presión hidrostática envuelve al cuerpo y
mejora la propiocepción
Es importante destacar que la
piscina de la UNAR es terapéutica, y no climatizada. La característica
principal que las diferencia es la temperatura
del agua, siendo mayor en la terapéutica, además de otras características
como los accesos a la piscina.
Una temperatura del agua superior
a los 33º permite, en sí misma, la relajación de los músculos y proporciona una
sensación “sedante”, favoreciendo el desarrollo de ejercicios pasivos. Al
sumergirse en el agua caliente, la sangre se calienta y ésta alcanza la
musculatura, elevando también su temperatura, de esta forma ésta se contrae más
fácilmente y con una mayor potencia. Además, encontramos la ventaja de que el
calor es mantenido a la misma temperatura durante todo el período de tiempo que
dure el ejercicio. También esto ayuda a que los músculos se fatiguen más
lentamente.
En la UNAR encontramos agua a
diferentes temperaturas:
· Jacuzzi agua fría inferior a 30º
· Jacuzzi agua muy caliente alrededor de 38º
· Piscina terapéutica de agua caliente entre 34º y
36º
Tipos de hidroterapias que se
pueden trabajar en la UNAR
· Baños totales y parciales en piscina y jacuzzi
· Baños de contraste en ambos jacuzzis
· Procedimientos hidrocinéticos con duchas y
chorros en piscina y ducha de hidromasaje
Además, el trabajo con diferentes
materiales permite realizar gran diversidad de actividades y ejercicios terapéuticos,
evitando la rutina y ampliando las posibilidades de la terapia acuática y sus
beneficios.
“El tratamiento con fisioterapia en el agua es especialmente
eficaz para pacientes con patologías neurológicas, a los que proporciona una
mayor integración del esquema corporal y una mejora de la propiocepción
-sentido que informa al organismo de la posición de los músculos- y de la
regulación del tono muscular”, según informan expertos en fisioterapia de la Universidad Europea
de Madrid (UEM).