TODOS SOMOS CAPACES,
TODOS SOMOS DIFERENTES
A lo largo de los años hemos
asistido a una evolución importante respecto al concepto de“INTELIGENCIA”.
Desde modelos clásicos en los que la inteligencia está relacionada con la habilidad de un individuo de captar datos,
comprenderlos, procesarlos y emplearlos de manera acertada ,centrada más en
valores de tipo cognitivo, hasta modelos centrados en la comprensión global de
la persona. Son cuatro los autores que contribuyen en esta nueva concepción: Sternberg con el
modelo integrativo entre la inteligencia y el pensamiento en su contexto social ; Feuerstein, quien
postula la teoría de la modificabilidad cognitiva estructural y la acción
modificadora sobre el individuo; Goleman
y Damaso que le dan un papel preponderante a las emociones sobre las
habilidades cognitivas para ser exitosos en la sociedad y Howard Gardner con su TEORÍA DE LAS
INTELIGENCIAS MÚLTIPLES .
El planteamiento de LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES permite
cuestionar el constructo de inteligencia más allá de lo cognitivo. Según Gardner, la inteligencia es la capacidad para resolver problemas de la
vida, para generar nuevos problemas a resolver y la habilidad para elaborar
productos u ofrecer servicios de gran valor en un contexto cultural
determinado. Es dinámica, está en constante crecimiento, puede ser mejorada y
ampliada y es un fenómeno multidimensional que está presente en múltiples
niveles de nuestro cerebro, mente y sistema corporal.
Este nuevo concepto abre muchos
caminos, amplía el campo de lo que es la inteligencia y
reconoce lo que se sabía intuitivamente: que la brillantez académica no lo es
todo; se considera la inteligencia como una capacidad desarrollable ,
modificable, flexible. Todos los seres humanos poseen las ocho inteligencias
en mayor o menor medida (verbal lingüística, lógica
matemática, visual/espacial, musical, intrapersonal, interpersonal y
naturalista) y la mayoría pueden desarrollar cada inteligencia
hasta un nivel adecuado de competencia y además todas ellas son igual
de importantes, trabajan juntas de manera compleja y se combinan de forma única
en cada persona.
Desde esta
perspectiva, se abren nuevos planteamientos para los procesos de enseñanza
– aprendizaje, ya que se da una visión pluralista en la que se reconoce que
cada uno tiene diferentes fortalezas por lo que cada individuo aprende de forma
diferente. Es una teoría que exige un cambio importante de mentalidad en el
personal docente puesto que supone adaptar los métodos de enseñanza a las
diferentes formas de aprender que tienen los alumnos en función de sus
diferentes capacidades en cada una de las inteligencias anteriormente
nombradas.
Esta
concepción “revoluciona” principalmente las aulas ordinarias puesto que en
nuestras aulas, las de “educación especial” esa filosofía subyace y sostiene
nuestros programas y nuestra metodología de trabajo. Partimos ya de la premisa
de que nuestros alumnos poseen fortalezas y capacidades más allá de lo cognitivo y que pueden desarrollarse y
crecer, en el sentido más amplio y profundo
de la palabra.
María Gómara
PEDAGOGA
Dpto. de Estimulación Cognitiva
Fundación Virgen del Pueyo
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