IGUALDAD DENTRO DE LA DIVERSIDAD
¿Qué hago intentando ser como tú?
A veces me pregunto qué sociedad hemos hecho, qué ha pasado para
que nuestros jóvenes sean tan infelices.
Los malos tratos, los malos modales, la falta de respeto, la escasa motivación
por aprender, por conseguir metas…, no son respuestas intrínsecas al ser
humano, son respuestas aprendidas y son señales de alarma ante un mundo del que
todos formamos parte y que entre todos hemos construido.
Nuestra sociedad resulta lo
más cercano y muchas veces lo más dañino para aquellas personas que no destacan por ser inteligentísimas,
guapísimas, “perfectas”, etc. Personas que, como tú y yo, tienen limitaciones,
pues la perfección no existe y simplemente cada uno se cree, se ve “guapo”, “feo”, “bueno” o “malo” según le tratan, según se compara, según lo
que le piden y esperan de él. Y entre toda esa marabunta de competitividad,
acoso escolar, acritud hacia los mayores, falta de ética y principios para sí
mismos y para los demás, surge la palabra “integración”. ¿Qué es eso? El ser
humano sólo por serlo ya nace integrado, es uno más. Es hora de aceptar las
diferencias individuales, eso ayuda a enriquecerse, a aprender a ser personas
dignas, que cada cual elija su lugar y sus compañías, sus amistades. No todos
tenemos los mismos gustos ni las mismas aficiones y elegimos dónde queremos
estar, lo que nos apetece hacer y con quién, que seguramente será aquello que
se nos dé bien, con aquellas personas que nos hagan sentir bien. Eso nos parece
normal, claro que sí.
Sin embargo, en muchas ocasiones,
al individuo que tiene alguna limitación lo ponemos a competir en eso que llamamos educación: matemáticas, lengua,
inglés, plástica, gimnasia, etc. Eso no es educar, eso es aprender, ¿y si yo
tengo un ritmo de aprendizaje más lento que el tuyo o simplemente no llego?,
¿qué hago intentando ser como tú? No quiero, me siento mal, me hace daño,
colócame en un lugar más asequible para mí, donde yo también, como tú, me pueda
sentir alguien importante, válido, déjame sentirme bien, déjame estar con mis
iguales y me veré alto, guapo y bueno, me sentiré integrado y sobre todo me
sentiré feliz.
Mila Pérez
PROF. COLEGIO “LOS PUEYOS”
Fundación Virgen del Pueyo
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