¿Por qué es tan
importante para nosotros ser coherentes con
nosotros mismos? ¿Por qué en ocasiones nos ponemos excusas para
justificar comportamientos de los cuales no estamos orgullosos?
Leon Festinger (1919-1989) nos lo
explica en su denominada “Teoría de la
disonancia cognitiva”.
Imaginemos que nos hemos propuesto
seguir una dieta saludable y baja en calorías que nos ayude a quitarnos esos
kilos que pensamos que nos sobran, pero ese mismo fin de semana nos vamos de viaje
a Italia y la dieta consiste, durante tres días, en ricos platos de pasta,
pizzas y suculentos postres. Seguro que a muchos de los lectores les sonarán
algunas de estas frases: “Lo que no mata engorda”, “un día es un día” (que en
realidad son tres…), “el lunes sí que sí, a dieta”…
La disonancia cognitiva “representa
una incomoda alteración de la armonía mental del sujeto, que impulsa
concretamente a una actividad orientada a reducir o eliminar su causa”
(Pinillos, 1981). En este caso, la alteración de la armonía mental la
produciría el querer estar a dieta y al
mismo tiempo querer disfrutar de la rica
gastronomía italiana, y la actividad orientada a reducir su causa serían las
justificaciones a las que acudimos.
Se refiere a la tensión interna que se crea en el momento en
que nuestros pensamientos dejan de ser coherentes con nuestros actos o varios
pensamientos entran en conflicto, a esa necesidad innata que sentimos de
convencer a los demás de lo que estamos haciendo pero, sobre todo, de
convencernos a nosotros mismos.
Para aliviar esa tensión y reequilibrar
nuestro sistema cognitivo podemos optar por una de estas tres opciones:
- Cambiar nuestra conducta y elegir la
ensalada del menú
- Cambiar nuestra creencia original “tampoco
estoy tan mal”
- Añadir elementos cognitivos “he pagado
mucho por el viaje y no pienso irme sin probar un buen plato de pasta”
En resumen, el ser humano tiene una
tendencia innata a auto-convencerse, de una forma u otra, de que lo que esta
haciendo lo esta haciendo bien así que ¡Qué aproveche!
Sandra Jarque
DPTO. PSICOLOGÍA
Fundación Virgen
del Pueyo
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